Con las plumas de un pavo real, un grajo se vistió: pomposo y bravo en medio de los pavos se pasea.
La manada lo advierte, lo rodea, todos le pican, burlan y lo envían... ¿Dónde si ni los grajos lo querían?
¿Cuánto hace que repetimos este cuento, sin que haya en los plagiarios escarmiento?
MORALEJA
No intentes nunca aparentar lo que no eres.
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