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sábado, 24 de junio de 2023

El ladrón y el perro


Imagen cortesía de Azmeyart-design vía Pixabay (pixabay.com) Todos los derechos reservados.



Esopo


Una noche oscura, un ladrón se acercó a una casa con la intención de robar. Para que el perro que la guardaba no le atacase, le tiró a través de la reja un suculento trozo de carne. El animal atrapó de un salto la comida, la dejó en el suelo y, mirando fijamente al ladrón, el advirtió:

-Cuando te vi pensé que tenías malas intenciones, ahora que me has sobornado no me cabe duda de que vienes a robar.

Y dicho esto, se puso a ladrar fuerte para despertar a los amos.


MORALEJA


Nunca confíes en quien intenta comprarte.



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sábado, 17 de junio de 2023

El pastor y el león


Imagen cortesía de Fábulas de Esopo (fabulasdeesopo.es) Todos los derechos reservados.


 Esopo



Con gran desagrado, un pastor veía cómo día tras día su rebaño era cada vez menor.

-Hay un ladrón que se ha beneficiado con mis ovejas -se dijo-. Debo darle caza o terminaré arruinado.

Se puso a investigar el terreno para encontrar alguna pista y siguiendo unas huellas llegó hasta una cueva. Supuso que ahí vivía el animal que le robaba, y decidió darle caza.

Pasó muchas horas frente a la boca de la cueva cuidando la trampa que había preparado, pero, como al anochecer aún no había salido nadie de dentro., pidió al dios Júpiter:

-¡Oh, dios de dioses! Haz que, si la fiera que me roba las ovejas está en esa cueva, salga ahora mismo y venga hacia la trampa. Si me concedes este favor, sacrificaré en tu honor el cordero más hermoso de mi rebaño.

En cuanto hubo pronunciado su ruego, apareció un enorme y fiero león ante él. Asustado, el pastor gritó de nuevo al cielo:

-¡Oh, dios de dioses! Si haces que este animal vuelva a su guarida te sacrificaré mi mejor buey, en lugar del cordero.


MORALEJA


Cuando se hace un ruego, es importante pensar si lo que se pide trae realmente nuestro bienestar.



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sábado, 10 de junio de 2023

La zorra, el perro y el amo


Imagen cortesía de Fábulas con Moraleja (fabulasconmoraleja.com) Todos los derechos reservados.


 Esopo


Todas las noches rondaba por una granja una zorra astuta. Su objetivo eran las hermosas y gordas gallinas que ahí criaban. 

El dueño de la granja, precavido, tenía un perro que impedía a la zorra darse el festín.

Pero una noche olvidó cerrar la puerta del corral y, como quiso la suerte que todos durmieran profundamente, la zorra pudo entrar y acabar con todas las gallinas.

A la mañana siguiente, al ver los destrozos ocasionados en el gallinero, el dueño se puso furioso y, en lugar de echarse la culpa a sí mismo por haber dejado la puerta abierta, regañó duramente a su perro guardián.

-¡Eres un haragán! -gritó al animal-. ¡No sirves más que para comer y dormir! ¡Si hubieras estado más despierto habrías podido dar la voz de alarma!

-¡Y si hubieras cerrado la puerta -respondió el animal-, nada de esto hubiera ocurrido! Si tú, que eras el más interesado, dormías profundamente, ¿quieres que yo, que ni gano ni pierdo, desperdicie el sueño?

Pero el amo no comprendió los razonamientos del perro y, furioso, agarró un palo para darle en las costillas.



MORALEJA


Si algo nos interesa mucho, debemos cuidarlo nosotros mismos.



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sábado, 3 de junio de 2023

El hombre y los caballos

 

Imagen cortesía de Arte Divierte vía Youtube (youtube.com) Todos los derechos reservados.


Fábula tradicional


Hace muchos años, vivía en un pueblecito un hombre que tenía una yegua. Cierto día, el animal escapó del corral y los vecinos se lamentaron por él.

-¡Qué desgracia! ¡Has perdido tu único caballo! ¡Eso sí que es mala suerte!

Pero el hombre les respondió:

-Puede ser para bien o para mal, nunca se sabe.

Los vecinos, sorprendidos, pensaron que el pobre hombre se había trastornado por la pérdida. 

Al cabo de un tiempo, la yegua regresó seguida de una tropilla de caballos salvajes.

-¡Cuánta razón tenías! -dijeron los vecinos al ver que el hombre poseía ahora cuatro caballos-. ¡Eso sí que es tener buena suerte!

-Puede ser para bien o para mal-volvió a argumentar el hombre.

Pasó un mes y el gobernante de su pueblo declaró la guerra al pueblo vecino. Como necesitaba soldados, reclutó a todos los jóvenes que tuvieran caballo. Así, el hombre vio con dolor cómo sus hijos partían a la guerra a lomo de los nuevos caballos.


MORALEJA


Nunca se sabe si un acontecimiento traerá a la larga dicha o desdicha.



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La misión de los discípulos

Imagen cortesía de Freepik (freepik.com) Todos los derechos reservados. Los discípulos de Jesús se dedicaron a recorrer el mundo entero para...