Cierto día, a una mujer que vivía sola con su gato, se le apareció su hada madrina y le dijo que pidiera un deseo.
-Quiero un marido tan bueno como mi gato -respondió la mujer.
Y el hada, intentando cumplir fielmente el deseo de su ahijada, convirtió al gato en un apuesto galán.
La pareja de enamorados se casó a los pocos meses y... todo hubiera salido de maravilla si un pequeño ratón no hubiera cruzado la pista de baile.
El novio, al verlo, no pudo ignorar su instinto: se lanzó en su persecución bufando y corriendo a cuatro patas, antes la sorpresa de todos los invitados a la boda.
MORALEJA
Siempre se actúa de acuerdo con la propia naturaleza.
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