Imagen cortesía de Childhood Stories (childhood-stories.com) Todos los derechos reservados.
Esopo
Un perro acostumbrado a comer huevos, al ver una ostra, no se lo pens+o dos veces; creyendo que era un huevo, abrió la boca y se la tragó de un solo bocado.
Por la noche, con un dolor espantoso en el estómago, se dijo:
-Bien merecido lo tengo por creer que todo lo redondo son huevos.
MORALEJA
Reflexiona antes de actuar para no llevarte sorpresas desagradables.
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